25 de Septiembre de 2007
Sabia, querida Sor Juana. Fuimos ambos los peores de todos. Recordaba cómo me acompañaron tus palabras cuando sentía que él no me comprendía.
“Óyeme con los ojos,
Ya que están tan distantes los oídos,
Y de ausentes enojos
En ecos de mi pluma mis gemidos;
Y ya que a ti no llega mi voz ruda,
Óyeme sordo, pues me quejo muda.”
1 comentario:
"Triunfante quiero ver al que me mata/ Y mato al que me quiere ver triunfante". Así de esas con la incomprensión
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